DIA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE
Dos son las noticias de esta semana pasada que nos definen a la perfección el estado del Planeta ante la cita obligada del Día Mundial del Medio Ambiente. Una de ellas tiene como escenario a Suecia y la otra a España. En el país escandinavo han detenido a dos personas que planeaban atentar contra una central nuclear situada al sur del país. Suecia cubre el 50 % de su consumo energético con energía atómica. Los dos detenidos venían supuestamente a efectuar unas reparaciones afortunadamente fueron interceptados por el equipo de seguridad de la central.
La otra noticia sucede en Daimiel, un Parque Nacional en Castilla-La Mancha creado en el año 1973. pues bien, ahora la UNESCO quiere retirar las Tablas de Daimiel de la Lista de Reservas de la Biosfera, es decir, plantea dejar sin protección al humedal más famoso de España.
Hace más de tres años que ya no entra agua alguna, entre otros motivos porque hay miles de pozos ilegales que han esquilmado el acuífero y han dejado sin vida la Tablas. En Daimiel, el proceso se inició con Franco pero continuó en democracia. Resultaba impopular precintar los pozos porque al abrigo del agua se habían instalado agricultores para los que el agua era esencial porque pasaron de un cultivo tradicional de secano a otro de regadío. El desarrollismo consiste exactamente en esto, en consumir sin tino un recurso escaso porque no se es consciente de su límite. El mañana ya está aquí y sin remedio, ha tardado 35 años en llegar pero llega. Las Tablas de Daimiel ya no existen. Lo siguiente en caer será la agricultura y los agricultores que se establecieron aprovechando la riqueza y la abundancia del boom del agua. Detrás de una catástrofe medioambiental viene una catástrofe económica y humana. Siempre y sin excepción.
¿De qué manera están relacionadas estas dos noticias? Pues bien, desde mi punto de vista, resumen e ilustran muy bien la realidad de nuestro planeta y la fragilidad de nuestro modo de vida. Dependemos de la energía y del agua. Sin estos dos bienes de consumo nuestro modelo de sociedad se derrumbará Y en esto estamos. James Lovelock, padre de la teoría de Gaia, proclama hoy a los cuatro vientos que si no damos un salto hacia la energía nuclear no llegaremos a tiempo de parar el vertiginoso cambio climático que tenemos encima. En otras palabras, sostiene que la energía atómica no produce CO2 y por lo tanto es una energía limpia. Esto es cierto en un aspecto, no contribuye al efecto invernadero, pero no es limpia, no es renovable y no es segura. La noticia de Suecia es alarmante y real, no hace falta pensar en accidentes fortuitos, otros ya las tienen en el punto de mira. Por lo tanto, no es segura. Las reservas de uranio también se agotan, como le ha sucedido al petróleo, por lo tanto no es renovable. Y los residuos son un problema, por lo tanto no es limpia. Agarrarse a la energía nuclear es factible, claro que sí, pero ¿es deseable? ¿Está el Primer Mundo dispuesto a que se instalen este tipo de centrales en zonas de dudosa estabilidad política en África o Asia? No lo creo ¿Qué estamos salvando con esta propuesta nuclear? Sólo nuestra forma de vida derrochadora de energía y contaminante. Estamos viviendo las consecuencias de las emisiones de los últimos 40 años. Aunque tomemos medidas hoy, no notaremos efecto alguno hasta dentro de 35 años. Pero si no hacemos nada hoy, ya no habrá nada que hacer.
En cuanto a Canarias, el problema del agua lo podemos abordar comprando pozos como se plantea hacer alguna institución, pero lo único que conseguiremos es desecar el acuífero como ha sucedido en Daimiel. La situación es de tal calibre que entraremos en crisis bien pronto, porque la factura del petróleo también afecta al agua. Desalamos con petróleo y aun no hemos sido capaces de aprovechar íntegramente el ciclo del agua. Ya no estamos en disposición de seguir derrochando materias primas. Hay que conseguir cerrar el ciclo del agua y de la energía para paliar la época de vacas flacas que se avecinan. Las energías renovables son un reto, pero solo han servido, tengo la impresión, para seguir viviendo igual. No hay cambio en nuestro modelo de vida. Sin cambio no hay futuro.
¿Puede un municipio como Santa Brígida hacer frente a la crisis de agua y de energía? Sí puede. La agricultura ha ido desapareciendo en Medianías y la vegetación crece sin control convirtiéndose en combustible para incendios en toda la isla. Pero justamente esa vegetación es biomasa y podemos transformarla en energía. No hay muchos pozos, pero aunque los hubiera no deberíamos extraer agua de ellos. Son el bebedero de nuestros árboles, son la reserva en caso extremo. Debemos reforestar y aprovechar ese caudal de aguas residuales que bajan por Barranco Seco. Un vecino se acercó a mi despacho hace unos meses para proponer un proyecto muy vanguardista. Aprovechar las aguas residuales para hacer una depuradora y tras su tratamiento utilizarla para regar su finca. Aún no se había planteado aprovechar el metano, pero ese es el camino. Reciclamos vidrio, papel, plástico, y materia orgánica, pero aún no somos capaces de reciclar el agua de forma intensiva. Ese es el reto de este nuevo milenio: que el agua sucia se transforme en agua limpia y que las islas organicen pequeñas centrales de biogás y de tratamiento de aguas. Es decir, hay que cuidar el agua, la energía y el entorno, pues si no garantizamos estos elementos, la crisis humanitaria y económica en Canarias será inimaginable.
Amalia Bosch Benítez
Concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de la Villa de Santa Brígida
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